
Paraguay es un país que se caracteriza por juntar conceptos y crear algo más profundo; pasa con el guaraní y el español, con el locro y el poroto y muchos otros ejemplos. Esta unión sistemática de elementos también encontramos en días tan importantes como el Día de la Independencia del Paraguay y el Día de la Madre en Paraguay, que se encontraron en el fervor de compatriotas durante la independencia paraguaya, el 14 y 15 de mayo de 1811 y que finalizó con la liberación del pueblo paraguayo, luego de tres siglos de la invasión y colonización española a las tierras y a la cultura guaraníes. Desde el momento en que la corona española se rindió ante la determinación libertaria nacional, nació la República del Paraguay y con ella, la verdadera Madre Patria de paraguayos y paraguayas, que festeja, junto con la independencia, el 15 de mayo, a todas las madres paraguayas, en honor a nuestro suelo nacional.
El jopará es una tradición nacional que se muestra en varios aspectos de la vida de paraguayas y paraguayos en nuestro país o en cualquier parte del mundo. El arraigo por nuestra cultura persiste más allá de cualquier límite u obstáculo, como lo demuestra nuestra historia, y el hallo de compatriotas cada 14 y 15 de mayo mezcla un fuerte compromiso patriótico con la emoción y el respeto por nuestras madres y nuestra tierra, con su flora, fauna y su enorme diversidad; lo que deviene de nuestra ancestral cultura guaraní, que se sentía parte del todo y adoraba a las manifestaciones de la naturaleza con la trilogía tyapu, vera, rendy (que suena, que brilla, que arde en llamas), una mezcla milenaria.
Así, nuestras hermosas y profundas palabras, como el aguyje, el ñe’ẽngatu o el paje aún tienen espacio en nuestras mentes y se escuchan en nuestra cotidianeidad; aunque en casos como paje -antiguamente asociada a la sanación- fue envuelta en un antivalor por los invasores europeos, contrario al profundo conocimiento botánico y prácticas de nuestros ancestros y de nuestras ancestras.
Nuestras raíces, lejos de secarse, se fusionaron, se transformaron y aún brillan en cada una y en cada uno. Ese brillo se intensificó en varios momentos históricos, algunos cruentos y otros ejemplares, como la independencia nacional, que, de la mano, la pluma y la amenazante espada enfundada de la y los próceres de mayo -como Juana María de Lara, José Gaspar Rodríguez de Francia o Pedro Juan Caballero-, consiguieron un Paraguay gobernado por paraguayos, sin derramar una gota de sangre durante la revolución. Tantos años adelante, hasta el 2023, nuestro país aún lucha contra diferentes frentes como el narcotráfico, la violencia contra las mujeres, la discriminación, la marginalización y muchas otras batallas que año tras año nos golpean como sociedad.
Nuestra República se debe a los fuertes hombros de las mujeres y madres que tantas veces reconstruyeron la patria y tantas veces hicieron y hacen frente a las injusticias que sufre nuestro pueblo. La guerra contra la Triple Alianza fue una de las etapas más difíciles en nuestra historia independiente y fueron las pocas personas que quedaron, en su amplia mayoría mujeres, quienes edificaron un nuevo Paraguay postguerra, a pesar de tantas barbaries cometidas en contra de ellas. Hoy, nuestras madres caminan con nosotros en cada etapa de nuestras vidas -en el mejor de los casos- y construyen, desde su propio espacio de liderazgo, un peldaño más para que la Madre Patria Paraguay avance hacia un futuro más próspero para todas y todos, lejos de violencia y la discriminación contra ellas ni contra ellos y cerca, unidos y unidas sin excepciones.
En Paraguay, no podemos desligar la independencia de la madre, son eventos y conceptos unidos, mezclados, que ensalzan la figura de las madres y de la patria como mujeres firmes, poderosas, guerreras y líderes del pueblo.
En estos días tan significativos, dediquemos un tiempo a pensar qué hacer desde nuestro lugar y con nuestro entorno para tener un pueblo de personas sanas, empáticas, comprometidas, tolerantes, solidarias y amables. También para pensar en qué hacer para que nosotros, nosotras y nuestras madres puedan caminar libres y seguras por ese Paraguay que todas y todos soñamos.
Fuentes consultadas:
http://scielo.iics.una.py/pdf/iics/v9n1/v9n1a01.pdf
https://www.facebook.com/ejercitopy/videos/867888114074639/
http://biblioteca.clacso.edu.ar/Paraguay/base-is/20170331043524/pdf_1233.pdf
https://cienciasdelsur.com/2017/08/06/guaranies-ciencia-religion-discriminacion/