
El Día Mundial del Agua es una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1992 y se celebra cada 22 de marzo. El objetivo de su celebración es revelar la importancia vital del agua dulce y promover la gestión sostenible de los recursos hídricos. En 2024, el tema se centra en «Agua para la paz» y destaca cómo una gestión sostenible del agua puede generar beneficios significativos para las comunidades para llegar a una sociedad próspera y pacífica. (UNESCO, s.f.)
El agua es fundamental para la agricultura, que consume el 72% del agua dulce del mundo con el objetivo de producir alimentos. Para 2050, la producción mundial de alimentos debe incrementarse un 50% con respecto a 2012 para satisfacer la demanda futura, lo que a su vez requiere un 35% adicional de recursos hídricos. (FAO, s.f.)
La importancia de contar con agua limpia va más allá del simple consumo; lo importante radica en mantener la disponibilidad a través del tiempo. Los recursos de agua dulce así como la disponibilidad y la calidad se reducen en todo el mundo y los principales factores son el cambio climático y la gestión inapropiada de los recursos. La innovación y la tecnología pueden cambiar el panorama con nuevas oportunidades para avanzar con pasos más seguros hacia el bienestar de la población mundial.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible incluye el agua como un elemento central, especialmente en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6, que busca garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Este objetivo subraya la necesidad de acceso universal al agua potable y sistemas de saneamiento seguros y abordar la eficiencia en el uso del agua y la gestión integrada de los recursos. (ONU, 2023)
Más de 3 mil millones de personas en el mundo carecen de acceso a agua potable segura, y aproximadamente 4,5 mil millones viven sin acceso a sistemas de saneamiento seguros. Esta realidad resalta la urgencia de la crisis mundial del agua. La gestión del agua impacta en varias áreas como la educación, igualdad de género, trabajo decente, industria, y la acción por el clima, siendo crucial para el desarrollo humano y la sostenibilidad ambiental. (Graziati, 2024)
El cambio y la mejora son personales y para que todas y todos podamos influir en el mejoramiento de las condiciones, es esencial que tomemos parte en la conservación y gestión sostenible del agua, desde realizar cambios en cómo usamos y consumimos el agua hasta apoyar políticas y prácticas que promuevan la sostenibilidad de este preciado recurso natural.
Aproximaciones a la realidad nacional
En Paraguay, el acceso al agua presenta avances significativos en algunos aspectos, mientras que no puede superar otras falencias históricas. Nuestro país es uno de los países con mayor disponibilidad de agua dulce per cápita con vastos y hermosos paisajes de ríos y la falsa seguridad hacia nuestros acuíferos. Toda esta cantidad de agua está mal distribuida y se mal utiliza en la mayoría de los casos, lo que dificulta enormemente los avances en la gestión sostenible.
Paraguay logró progresos notables en la regulación de sus recursos hídricos con la reglamentación de la Ley 3239/2007 de los Recursos Hídricos, que estableció las bases para una gestión más estructurada y justa del agua. Esta ley busca regular la gestión sustentable e integral de todas las aguas y los territorios que la produce, con el fin de hacerla social, económica y ambientalmente sustentable para las personas que habitan el territorio de la República del Paraguay. (BACN, 2014)
Paraguay enfrenta retos significativos relacionados con la agricultura y la ganadería, que consumen el 68% del total de agua dulce del país. Este uso intensivo del agua, combinado con prácticas de deforestación y contaminación, plantea riesgos para la disponibilidad futura de agua potable y la salud de los ecosistemas acuáticos. La deforestación en particular ha tenido un impacto considerable, con la pérdida de 6 millones de hectáreas de cobertura arbórea entre 2001 y 2019, lo que afecta la capacidad del país para gestionar sus recursos hídricos de manera sostenible. (Cruz, 2023)
Sin embargo, el modelo de servicio comunitario promovido por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), beneficia a más de miles de asociaciones comunitarias que operan sistemas de agua y saneamiento con un enfoque en la sostenibilidad y la responsabilidad local. Este modelo ha sido reconocido por su eficacia en aumentar el acceso al agua potable y servicios de saneamiento, demostrando la importancia de soluciones locales y comunitarias para abordar desafíos globales. (Slawson, 2017)
Igualmente, la falta de acceso al agua potable y saneamiento básico sigue siendo un problema en muchas áreas, afectando principalmente a las comunidades más vulnerables del país. Estos problemas pueden resolverse con la ciencia aplicada al agua y su gestión y las universidades tienen un rol fundamental en ese proceso.
El papel de las universidades y los aportes de la UNA
Las universidades desempeñan un papel crucial en la lucha por el acceso al agua, a través de varias estrategias clave que incluyen la investigación, la educación, la innovación y la colaboración. La Universidad Nacional de Asunción (UNA) y otras instituciones nacionales están en una posición única para contribuir a resolver la crisis mundial del agua al combinar recursos, conocimientos y redes de trabajo.
Las universidades son centros de investigación que generan conocimientos críticos sobre la gestión del agua, la conservación y las tecnologías de purificación. La UNA cuenta con laboratorios que prestan servicios imprescindibles para la gestión del agua, como análisis de su potabilidad y otros de gran importancia.


Las facultades de Ciencias Químicas (FCQ-UNA), de Ciencias Exactas y Naturales (FACEN-UNA) y el Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas (CEMIT-UNA) cuentan con laboratorios especializados para estudiar profundamente este recurso a niveles sanitarios, industriales y ambientales.
Para más información sobre los laboratorios de agua de la UNA, puede seguir los enlaces:
FCQ-UNA: https://qui.una.py.vxsct57016.avnam.net/ctq/laboratorios/laboratorio-de-agua/
FACEN-UNA: https://www.facen.una.py/es/servicios/lab-agua/
CEMIT-UNA: https://cemit.una.py/laboratorios/lab-de-analisis-de-calidad-de-aguas/
A través de estos aportes la universidad obtiene datos importantes que sirven para investigar y relacionar situaciones con el objetivo de aplicarlos a los programas de estudio e innovar en tecnologías innovadoras para la desalinización, la purificación del agua, la recolección de agua de lluvia y sistemas de riego eficientes. Estas innovaciones son esenciales para mejorar el acceso al agua en comunidades desfavorecidas y para gestionar de manera sostenible los recursos hídricos en todo el mundo.
Para más información sobre programas relacionados al agua en la UNA, puede seguir los enlaces:
FACEN-UNA: https://www.una.py/postgrado/maestria-en-hidrogeologia
Los enfoques multidisciplinarios pueden ofrecer mejores perspectivas para abordar la complejidad de los desafíos relacionados con el agua, con profesionales de derecho, política, economía, ciencias ambientales, ingeniería y más. Esta colaboración fomenta una comprensión holística de los problemas del agua y promueve soluciones integradas que son social, económica y ambientalmente sostenibles.
La colaboración con organizaciones no gubernamentales, gobiernos, empresas privadas y comunidades locales para implementar proyectos de acceso al agua representan oportunidades para aumentar más el panorama y articular soluciones. Estas asociaciones pueden facilitar el intercambio de conocimientos, el desarrollo de políticas basadas en evidencia y la implementación de soluciones prácticas en el terreno. Al trabajar en conjunto, pueden ampliar el impacto de sus esfuerzos y promover el acceso equitativo al agua.
Las universidades juegan un papel multidimensional en la lucha por el acceso al agua, como catalizadores de investigación e innovación, educadores, formadores de opinión y facilitadores de colaboraciones productivas. La contribución de la educación superior es fundamental para abordar la crisis mundial del agua y avanzar hacia un futuro en el que todas las personas tengan acceso a agua segura y limpia.
Material elaborado por la Dirección de Relaciones Institucionales y Comunicaciones (DRIC-UNA)
Lic. Juan Paciello.
Fotografías: Archivo CEMIT-UNA.