
Un equipo multidisciplinario de profesionales de blanco del Hospital de Clínicas, de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCM-UNA) trasplantó un nuevo riñón de donante cadavérico (20) a un paciente (41) que se sometía a tratamiento de hemodiálisis hace más de un año y medio. El procedimiento se realizó el pasado lunes, 20 de marzo, y cuenta como el segundo del año, separado por una semana desde el último trasplante, con un paciente pediátrico.
El equipo estuvo conformado por profesionales de blanco y funcionarias y funcionarios del hospital, quienes sumaron aproximadamente unas 60 personas que se involucran en diferentes aspectos de cada caso de trasplante. Este segundo trasplante del año rondó las 6 horas de procedimiento, que comenzó a las 3:00 de la mañana y culminó a las 9:00. La donación fue avalada por el padre de la joven víctima de un Accidente Cerebro Vascular (ACV) con muerte cerebral.



El beneficiario cursa hoy su cuarto día de internación en la unidad de trasplante, sin fiebre, bien alimentado y ya camina por los pasillos, según comentó el Prof. Dr. Agustín Saldívar Orrego, Jefe de la Unidad de Trasplante del Hospital de Clínicas. Además, añadió que los estudios de rigor se encuentran “dentro de los valores esperados para este tipo de cirugías”, con un perfil renal normalizado, aunque aún bajo estricto cuidado profesional y se espera la última revisión antes del alta para la próxima semana.
Antes de su cirugía, el paciente se sometió durante dos años y tres meses a sesiones de hemodiálisis, un procedimiento que conecta nuestra sangre a una máquina que se encarga de filtrarla para devolverla al cuerpo, es decir, hace las veces de los riñones cuando estos ya no pueden por sí mismos, en algunos cuadros de base como la hipertensión o la diabetes. Este procedimiento, al que se someten unas 2 700 personas en nuestro país, consume alrededor de doce horas por semana a cada paciente, divididos en tres sesiones de cuatro horas cada una, días de por medio. El trasplante, por ende, brinda calidad a las personas que padecen determinadas patologías.
Donar órganos salva vidas
Desde el año 2018 está en vigencia la ley Anita o Ley 6170/18, que reza “toda persona mayor de 18 años es considerada donante de órganos posterior a su fallecimiento. Si alguien no desea donar, debe manifestarlo por escrito al Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT)”.
Esta norma aumentó la disponibilidad de tejidos para trasplantes gracias a un sostenido trabajo de profesionales, quienes realizan campañas de concienciación con respecto a la donación para derribar tabúes y lograr una donación voluntaria; esto a pesar de la vigencia de la ley Anita, lo que promueve el respeto a las diferentes culturas de nuestro territorio y el diálogo intrafamiliar y con profesionales.
Cabe destacar que el cuerpo humano posee una vasta variedad de tejidos que pueden ser utilizados luego del deceso de una persona, como las córneas, huesos, piel, pulmones, riñones, hígado (medio o entero) y otros que alcanzarían entre 12 y 14 órganos, según detalló el Dr. Saldívar. Estos tejidos se resguardan en el banco de tejidos de la FCM-UNA, que aún funciona en su antigua sede, en Sajonia.
Fotos: Gentileza Dr. Saldívar.