
Cuando derribamos los prejuicios por cualquier tema y lo comenzamos a tomar con la seriedad que merece, iniciamos una suerte de sinceramiento con nosotros mismos y transitamos un camino más ameno y saludable. Cada 17 de noviembre recordamos a los hombres que superaron, que continúan en la lucha contra el cáncer de próstata y a otros que no lo lograron. Esta enfermedad, que afecta exclusivamente a hombres, tiene un pronóstico muy alentador si se detecta a tiempo.
Uno de los datos más alarmantes en Paraguay, según el Observatorio Global de Cáncer, se relaciona con que la cantidad de fallecidos en el 2020 (630 muertes), que representa más del 35% con relación a la incidencia que se registró en el mismo año (1763 personas). Del total, alrededor de mil hombres superaron la enfermedad o se sometían a algún tratamiento.
Identificar los signos de alarma es el paso inicial para ocuparse de la salud y conocer datos sobre esta glándula es fundamental para lograrlo. La próstata es una glándula que produce parte del semen que funciona como medio para los espermatozoides; está ubicada debajo de la vejiga y frente al recto. Su tamaño no debe representar una molestia para las actividades propias del órgano.
Durante el proceso de formación de células cancerosas alrededor del tejido, este aumenta de tamaño, lo que afecta a los órganos que están alrededor y produce dificultades y urgencias para orinar e ir de cuerpo, dificultades para lograr erecciones, sangrados en orina o semen. Todo esto por la presión que produce su aumento de tamaño en el cuerpo, lo que se puede sentir al tacto rectal, que es un procedimiento de diagnóstico al que algunos hombres se resisten por cuestiones culturales u otras.
A pesar de la renuencia de estos hombres a consultar por el temor a la palpación, el primer paso consiste en un análisis de sangre que muestra algunos valores indicativos del estado de cada paciente. En la mayoría de los casos, se sugiere una ecografía para determinar por imágenes el nivel de afectación. Luego, según el criterio profesional, se sugiere la palpación. El procedimiento es indoloro y no dura más que unos segundos, necesarios para determinar el nivel de impacto de la enfermedad en los tejidos vecinos.
También es importante recordar que la visita al urólogo puede prever escenarios patológicos con el tiempo. En cuanto al cáncer de próstata, la detección y el tratamiento precoz son la clave para prevenirlo. La etapa más complicada inicia cuando la patología se expande a otros órganos, como los adyacentes en las etapas más tempranas o en los más lejanos, como los huesos en las más avanzadas. En cada caso, los profesionales determinarán el tratamiento más adecuado, que puede incluir radioterapia, hormonas y cirugía. Cada hombre debe tener la garantía de acceder a todos los espacios necesarios para combatir esta dolencia, tanto en nuestro país como en el mundo.
En conclusión, superar esta enfermedad matahombres requiere conocer nuestros cuerpos, identificar signos y ocuparse con una visita al especialista. De esta manera, el trabajo de doctores podrá estar acompañado de la voluntad del paciente que busca recuperarse. Dejar los prejuicios atrás puede dar a más hombres, más tiempo con sus seres queridos.
¡Cuidate!