El pasado martes 29 de septiembre, durante la apertura de la Semana de la Transparencia y Acceso a la Información Pública, organizada por el Ministerio de Justicia, la Prof. Dra. Zully Vera de Molinas, rectora de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) instó a los presentes a hacer frente a la corrupción mediante el fomento de la cultura de la legalidad.
Durante su intervención, la rectora mencionó que la cultura de la legalidad se logra mediante una educación en base a ejemplos y recordó, además, que “en la construcción de una nación es importante el compromiso de todos los ciudadanos y, en especial, de los profesionales que asumen responsabilidades en la administración de los recursos del Estado”.
El evento virtual conmemora el Día Internacional del Derecho de Acceso a la Información Pública, que se festeja cada 28 de septiembre. La iniciativa cuenta con la adhesión de diversas instituciones, entre las que se destacan instituciones de educación superior como la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y la Universidad de Rutgers, Camden, de Estados Unidos.
Además, forman parte organismos del estado, instituciones oficiales y organizaciones sin fines de lucro.
Un centro universitario que promueve valores
La UNA, en alianza con la Universidad de Rutgers, se encuentran en plena ejecución de las actividades del Centro de Educación Superior para la Ética, la Equidad y la Transparencia (CESSET-UNA), que ya cuenta con más de 40 embajadores y tiene entre sus objetivos la formación en valores de líderes comunitarios y profesionales comprometidos para lograr el fortalecimiento de la democracia y la cultura de la legalidad.
En colaboración con la Rectora de la UNA, sus directores generales, su personal docente y sus estudiantes, el CESEET está poniendo en marcha una variedad de acciones coordinadas con una visión multidisciplinaria, todas ellas enfocadas a fortalecer y sostener la capacidad para liderar la lucha contra la corrupción teniendo un impacto positivo en la sociedad.
El CESEET es un recurso para llegar a sectores críticos en el país, incluyendo: docentes universitarios y el liderazgo académico, estudiantes universitarios; jóvenes profesionales; líderes escolares; funcionarios y autoridades gubernamentales; funcionarios públicos y electos que ya están desempeñando funciones en el gobierno, así como en los nuevos en sus funciones gubernamentales; y los ciudadanos marginados que están desconectados del gobierno y subrepresentados.